lunes, 10 de noviembre de 2014

El uso de la palabra

Escrito por Daniel Granados

Pienso, hablo y luego existo

“Pienso luego existo”. La famosa frase de René Descartes que revoluciono no solo la filosofía sino también, el pensamiento humano. Dicho enunciado buscaba dudar de todo, incluso de la propia existencia; sin embargo, al darse cuenta de la propia significa que se estando pensado, luego se llega a la conclusión de que ese humano existe. ¿Pero será que esa frase es correcta? ¿Primero hay que pensar para existir?

El 29 de octubre, se realizó una conferencia en el Hotel Royal Park, con el nombre de Encuentro Internacional de Radio. La temática era simple, los manejos de los medios en la sociedad. Pero, lo realmente importante y lo que capto mi atención, fue una frase  del locutor de Radio Nederland y conferencista de ese día, Alberto Sierra; “René Descartes se equivocó”.

Después de escuchar esa pequeña oración, preste toda mi atención al conferencista. “Estaba loco” pensé, sin embargo, justificó lo que sería un sacrilegio para los filósofos con argumentos netamente comunicativos.

“Pienso y luego existo está mal. ¡Debería ser hablo y luego existo!, decía Sierra exaltado, justificando, que las personas que no se comunican de ninguna manera, no existen en la sociedad.

En parte tiene razón; pero, ¿Solo por comunicar existes, así este mal lo que se informa?; por ejemplo, en el caso de los periodistas no creo que aplique. Si alguna vez damos mal o mentimos en alguna información nuestra carrera término, en el mundo de la comunicación dejaríamos de existir.

Con el merecido respeto que merecen los personajes ya nombrados, podrían combinarse sus frases en una sola, algo como ´Pienso, hablo y luego existo´. ¿Por qué?, bueno; hablar puede hacerlo cualquiera; pero con sentido muy pocos, ahí entra el pensamiento (razonamiento) el cual se encarga de formar nuestras ideas, luego hablas para expresarlas y si es algo valido o lógico existes o no. Quiero aclarar, que esta es una idea filosófica de mi parte, que puede aplicarse o no a la realidad cotidiana.

Por mi parte, pienso que el solo hecho de tener un cuerpo no es suficiente para existir, hay que usar el don de la palabra, ese que nos hace únicos e irrepetibles ante otros. Eso sí, primero pensar en lo que se dice, esto no solo aplica para la filosofía o los medios de comunicación, es para todo tipo de vida que lleve el ser humano.

No está obligado a usarlo; pero cuando este en una situación en la cual deba destacar, recuerde “Pienso, hablo y luego existo”.

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